El pasado domingo 5 de junio, no pudimos tener un mejor día, ni un mejor escenario. El monasterio de la Santa Espina acogió un año más este evento tan esperado. Si hay un día realmente especial en la vida colegial es precisamente, el día en el que las familias del colegio nos convocamos para disfrutar de la convivencia y el encuentro.
Todo comenzó con una marcha solidaria a favor de PROYDE, en el que pequeños y mayores hicieron varios metros de solidaridad, unidos en una causa común. Posteriormente los más pequeños, con la colaboración de algunos de más edad, ayudaron en las dinámicas y en el buen ambiente que permitió vivir una gymkhana muy divertida, promovida por el AFA. A las actividades festivas y lúdicas de la mañana se sumó el momento de la eucaristía, en la que despedimos el curso como familia lasaliana.
Después de la comida, también hubo tiempo para unos cuantos juegos de cartas y diversión. Tuvimos un puesto de Comercio Justo que permitió seguir colaborando con la construcción de un mundo más justo y humano. Aunque echamos en falta un buen café solidario, que queda pendiente para el curso que viene, hubo una buena sobremesa y una gran dosis de sonrisas y encuentro.
Muchas GRACIAS por el tiempo compartido, el buen ambiente y la gran experiencia de sentirnos familia.